La Ley de Sociedades en China: parte 2, los socios
Obligaciones de los socios en caso de transferencia de participaciones
Si un socio transfiere su participación sin haber pagado completamente la parte correspondiente del capital, el comprador de la participación se convierte en responsable del pago de la parte del capital suscrito y no desembolsado.
En caso de que el nuevo socio sea incumplidor, la nueva normativa establece que el socio cedente es responsable de manera subsidiaria, y no como responsable solidario, del pago de la parte de capital no pagada (su responsabilidad podrá exigirse, por tanto, solo cuando la ejecución contra el socio adquirente haya resultado infructuosa).
Si, en cambio, el socio que transfiere sus participaciones ya es incumplidor en el momento de la cesión con respecto a las obligaciones de pago del capital (es decir, no ha pagado en los términos establecidos, ha pagado una cantidad menor o ha aportado bienes de valor inferior al de la participación suscrita), tanto el socio cedente como el socio adquirente son responsables solidarios de la parte del capital no desembolsada.
El socio adquirente puede liberarse de esta responsabilidad solo si demuestra que no tenía conocimiento, y que no tenía forma de conocer la ausencia de desembolso del capital (una hipótesis que, en cualquier caso, es muy difícil de verificar y aún más de demostrar).
Retiro de socios minoritarios
Finalmente, la nueva normativa prevé un caso particular de abandono o retirada del socio minoritario en el supuesto de que exista un socio mayoritario que abuse de los derechos derivados de su posición y dañe gravemente los intereses de la sociedad o de los otros socios.
En protección de los socios minoritarios dañados, se prevé la compra forzosa de las participaciones de los socios minoritarios por parte de la sociedad a un precio razonable. La norma también establece que las participaciones en cuestión deben ser transferidas o anuladas dentro de seis meses.
Las nuevas normas en materia de pago del capital suscrito de las sociedades tienen como objetivo asegurar una capitalización efectiva de las sociedades, que sea adecuada a los fines sociales establecidos y garantice un aporte suficiente y congruente de capacidades financieras. Al mismo tiempo, las nuevas disposiciones otorgan mayor peso y protección a los derechos y expectativas de los acreedores sociales, frente a los cuales los derechos de los socios quedan relativamente reducidos.
La normativa así reformada impone a todos los socios un control sobre el estado de los pagos de capital efectuados por los otros socios, de modo que no corran el riesgo de ser considerados responsables por incumplimientos ajenos.
Además, las nuevas normas en materia de pago de capital y las consiguientes responsabilidades previstas para los socios cedentes y adquirentes imponen una cautela adicional tanto en la fase de constitución de la sociedad, donde el importe del capital social deberá determinarse con mayor atención y criterio, como en las operaciones de adquisición de participaciones de las sociedades.
En la fase de verificación y control de la efectiva capitalización es aconsejable un análisis cuidadoso del estado del cumplimiento de las obligaciones de pago del capital suscrito, así como de las responsabilidades que podrían surgir para los adquirentes de las participaciones (y, en algunos casos, también para los cedentes).
De manera similar, las nuevas reglas asignan tareas de verificación e impulso a los órganos administrativos que, en el ejercicio de tales tareas, podrían encontrarse en situación de contraposición o de conflicto de intereses con los socios.
Aunque una división y contraposición de roles en este sentido esté en línea con los principios que regulan el funcionamiento de los órganos sociales y las relaciones entre ellos en otros ordenamientos, es importante tener en cuenta esta mayor distinción de roles y reparto de responsabilidades, especialmente con respecto a aquellas sociedades de inversión extranjera de pequeño tamaño en las que el órgano administrativo y de gestión (a menudo un administrador único) es una directa emanación de los socios (o a menudo del único socio) y está en estrecho contacto con la propiedad.
En este sentido, es aconsejable prestar especial atención al contenido del estatuto y regular de manera detallada los roles y responsabilidades de los socios y administradores para evitar situaciones de potencial conflicto.
De manera similar, algunas situaciones pueden encontrar una solución adecuada en la definición de pactos entre socios que se superponen, superando limitadamente a los firmantes de los mismos, a las normas estatutarias aplicables en cambio a todos los socios (presentes y futuros).
Prohibición de asistencia financiera
La nueva Ley de Sociedades, de manera similar a lo establecido en muchos ordenamientos, introduce reglas básicas relativas a la prohibición de asistencia financiera. Esta prohibición consiste en impedir (o, mejor dicho, limitar) la posibilidad de que la sociedad proporcione préstamos o garantías para facilitar la adquisición de sus propias participaciones (o de participaciones de la sociedad controlante), y esto en protección principalmente de los socios minoritarios y de los acreedores de la sociedad.
La prohibición no es absoluta: tales operaciones siguen siendo posibles cuando estén dirigidas a la implementación de un plan que favorezca la adquisición de participaciones por parte de los empleados de la sociedad, o estén en interés de la sociedad (como se establece expresamente por una resolución de los socios o de los administradores, en este último caso sobre la base de las disposiciones estatutarias o de una autorización expresa de la asamblea de socios, y en cualquier caso con el voto positivo de al menos dos tercios de todos los administradores).
Sin embargo, el monto total de la asistencia financiera no puede exceder el 10% de las participaciones de capital social emitidas.
Superación de la responsabilidad limitada del socio
Las LLC chinas - como las sociedades de responsabilidad limitada de muchos otros ordenamientos - gozan de la llamada autonomía patrimonial perfecta, que implica que los socios no son responsables personalmente por las obligaciones sociales, incluso si han actuado en nombre y por cuenta de la sociedad.
Por lo tanto, en principio, una sociedad de responsabilidad limitada responde por las deudas contraídas y los compromisos asumidos solo con su patrimonio y sus socios disfrutan, siempre en términos generales, del beneficio de la limitación de su responsabilidad a lo aportado. De este principio deriva el corolario de que, en caso de que la sociedad no pague sus deudas, los acreedores de la misma no pueden recurrir al patrimonio personal de los socios.
La Ley de Sociedades introduce excepciones al principio de responsabilidad limitada de los socios estableciendo que, si un socio abusa de tal beneficio con el fin de evitar que la sociedad cumpla sus deudas y, al hacerlo, causa un daño sustancial a los acreedores de la sociedad, el socio es responsable solidario de las deudas de la sociedad.
La normativa considera no solo el abuso por parte del socio del beneficio de la responsabilidad limitada con respecto a la sociedad de la que es socio (llamado abuso "vertical"), sino también la hipótesis de abuso realizada involucrando a otras sociedades controladas por el mismo socio (llamado abuso "horizontal"), previendo en esta última hipótesis la responsabilidad solidaria de todas las sociedades involucradas.
Siempre en materia de responsabilidad limitada del socio, es interesante resaltar la disposición que para las LLC con socio único establece la responsabilidad solidaria de este último por las deudas sociales si el socio único no puede demostrar que el patrimonio de la sociedad es independiente de su propio patrimonio. Por lo tanto, corresponde al socio único demostrar que los patrimonios están efectivamente separados.
Responsabilidad para quien controla la sociedad (accionista controlador y controlador efectivo)
La nueva Ley de Sociedades introduce algunas disposiciones para los sujetos que controlan la sociedad y que llevan a cabo actos de interferencia o influencia en la gestión de la sociedad.
Definición de Sujetos Controladores
Los sujetos controladores están definidos por la misma ley de sociedades (tanto en la versión actual como en la reformada) en dos categorías:
1. El accionista controlador: Es aquel que posee al menos el 50% del capital social o, si tiene una participación inferior al 50%, dispone de derechos de voto suficientes para ejercer una influencia notable en las decisiones de los socios.
2. El controlador efectivo: Es una persona (no necesariamente un socio) capaz de ejercer un control efectivo sobre la sociedad a través de relaciones de inversión, contratos u otros acuerdos.
Obligaciones y Responsabilidades
La nueva normativa establece que el accionista controlador o el controlador efectivo que, aunque no esté nombrado como administrador de la sociedad, realice de hecho actividades en nombre de la sociedad, debe cumplir con los deberes de lealtad y diligencia hacia la sociedad (al igual que un administrador, supervisor u otro alto directivo) y asume las responsabilidades consecuentes por cualquier violación de estos deberes.
De igual manera, si un accionista controlador o el controlador efectivo da instrucciones a un administrador o a un alto directivo para llevar a cabo acciones que causen daños a la sociedad o a los socios, será considerado responsable solidario junto con el administrador o directivo implicado.
Abuso de Posición y Derechos de los Socios Minoritarios
Estas disposiciones relativas al accionista controlador se suman a las previamente mencionadas sobre el abuso de su posición y la consiguiente atribución del derecho de retiro a los socios minoritarios perjudicados.
Adaptaciones a la Nueva Ley de Sociedades
Las adaptaciones necesarias para cumplir con las disposiciones de la nueva Ley de Sociedades serán más fáciles de realizar en un contexto societario que cuente con un solo socio (o varios socios extranjeros de algún modo relacionados, coordinados o que compartan los mismos objetivos e intereses respecto a la inversión en China).
Sin embargo, estas operaciones podrían resultar más complicadas si se requiere la colaboración y el consenso de uno o más socios chinos (como en el caso de empresas conjuntas o sociedades de capital mixto), ya que la necesidad o solicitud de adaptación podría dar lugar a un pretexto para renegociar algunos elementos de los acuerdos vigentes entre los socios, con la consiguiente redefinición de los equilibrios de control y gestión de la sociedad.
Reflexiones y Preparaciones
La reforma de la Ley de Sociedades requiere reflexiones en la definición (o redefinición) de las normas de los estatutos societarios y los posibles pactos entre socios.
En este momento, se aconseja a quienes sean socios, administradores, supervisores o desempeñen cargos directivos de alto nivel en una sociedad china, que se familiaricen con las nuevas disposiciones de la Ley de Sociedades para estar preparados para realizar las adaptaciones necesarias cuando se emitan las disposiciones de implementación que complementen y aclaren la nueva normativa.
(continuará)